Medellín, protagonista del espectáculo del showbol

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Foto: cortesia http://www.showbol.tv/blog/


Por Juan Sebastián Zarrabe Cardona

A las nueve de la mañana del viernes 28 de agosto de 2009, la selección de glorias del fútbol de Argentina arriba al aeropuerto de Rionegro, José María Córdova. Jugadores y el cuerpo técnico bajan del avión, algunos al parecer fatigados simplemente caminan, mientras que otros saludan al poco público que allí esperaba verlos.

Su hospedaje sería el hotel San Fernando Plaza, de Medellín, al igual que el de la selección Colombia con quien se enfrentarían en un juego contemporáneo conocido como showbol, impulsado por Diego Armando Maradona, Iván Zamorano y Rivelino.

Al momento de llegar al hotel los argentinos fueron recibidos por la prensa y por los organizadores del partido, la empresa llamada Tres por el Fútbol, que es integrada por los ex futbolistas Víctor Hugo Aristizábal, Diego Osorio y Mauricio, el Chicho, Serna.

Entre las figuras que estarán en la cancha por parte de Colombia se destacan René Higuita, Carlos Valderrama, el Chicho Serna, Víctor Aristizábal y Diego León Osorio, mientras que por Argentina lo harán Roberto Trotta, Sergio Goicoechea y Fernando Redondo, entre otros.

El partido se jugará en una cancha de grama sintética traída directamente desde Canadá. El área de juego es una especie de domo, por tanto el balón nunca sale en los sectores laterales y frontales, solo cuando es pateado por más arriba de las paredes reglamentarias que son de acrílico.

El showbol es un deporte que nació durante una temporada invernal en Noruega y tiene una mezcla de fútbol y fútbol de salón. Consiste en un juego rápido donde dos equipos conformados por siete personas manejan un balón con los pies con la intención de hacerle gol al rival. En este juego hay cambios ilimitados.

Las medidas de la cancha son 42 metros de largo por 22 de ancho. Las porterías miden 5 metros de largo por 2.42 de alto. Se juega con un balón número 5 que pesa 8 libras y tiene un diámetro entre 68 y 72 centímetros.
El juego se lleva a cabo en dos tiempos de 30 minutos, con un descanso de 10 minutos.

Sólo hay un árbitro y maneja las tarjetas amarilla, azul y roja. Puede sancionar una pena máxima (penalti) cuando se comete falta grave o se saca el balón de la cancha de manera intencional.

El clásico
A eso de las 2 de la tarde, los argentinos ofrecieron una corta rueda de prensa en el salón de eventos del hotel. Al terminar, los jugadores fueron a sus habitaciones a descansar del largo viaje y para estar preparados para el partido frente a Colombia, que se llevaría a cabo a las 8:30 p.m. en el Centro de Espectáculos la Macarena.

Siendo las 6 p.m. los dos buses que llevarían a cada una de las selecciones a la Macarena esperaban en las afueras del hotel. Allí, un sinnúmero de periodistas aguardaban por los jugadores para entrevistarlos.

Cuando empiezan a salir los jugadores eran aplaudidos por los pocos fanáticos que aguardaban afuera del hotel y de inmediato fueron abordados por los periodistas quienes recibieron algunas declaraciones acerca del partido. Luego subieron al bus.

A eso de las 7 de la noche los dos buses salieron y fueron escoltados por dos carros y dos motos de la policía. A las 7:28 p.m. los jugadores llegaron a la Macarena y de inmediato el personal de seguridad les abrió las puertas y los carros entraron.

Afueras de la Macarena había un gran número de espectadores, unos apenas llegando, otros comprando sus boletas a los revendedores y otros haciendo la fila para ingresar; el ambiente de fiesta y de fútbol se sentía y se veía venir un gran partido entre colombianos y argentinos.

A las 8:15 p.m., a tan solo 15 minutos del partido, todavía quedaban muchas personas por ingresar, aunque ya adentro habían aproximadamente unas 5 mil. La gente estaba animada, coreaba el nombre de Colombia y de sus jugadores: René, Chicho, Aristi, Pibe…

Pero había algo que sobresalía en las tribunas, algo que animaba mucho más a la gente, y era un puñado de hinchas de Atlético Nacional, integrantes de la barra Los del Sur, que con bombos, banderas y sombrillas cantaban y alentaban sin parar a la selección Colombia, en especial a los jugadores que antes habían triunfado con su equipo.

A la hora exacta del inicio del espectáculo un animador salió a la cancha y comenzó a llamar uno por uno a los jugadores de cada selección. Momentos como éste fueron vibrantes en el espectáculo pues la gente aplaudía y elogiaba sin parar a cada uno de ellos.

El juego comenzó. No se había cumplido el primer minuto de juego cuando Fernando Redondo anotó el primero para Argentina de forma magistral con un remate desde su misma zona. El conjunto argentino se veía más compacto, mientras que los colombianos no se acomodaban en la cancha.

El primer cuarto de tiempo (pues al ser veteranos dividen los dos tiempos de 30 minutos en cuatro de 15) terminó 4-1 a favor de Argentina con un inspirado Fernando Redondo que, como en su época de profesional, hizo ver mal a la defensa colombiana, que anotó el descuento por medio de John Wílmar, la Pelusa, Pérez.

Los argentinos, que está vez no contaron con Diego Maradona (por estar como director técnico de la selección Argentina de fútbol) y Alberto, Beto, Acosta, siempre estuvo por encima en el marcador y sólo en el segundo cuarto de tiempo Colombia se acercó a la igualdad al ponerse 6-9, teniendo a Aristizábal como el jugador más destacado.

El partido fue muy aguerrido y luchado por ambas selecciones, pero los argentinos fueron superiores: terminó 16 goles para Argentina y 10 para Colombia.

Al finalizar el encuentro los jugadores de ambas selecciones se abrazaron e intercambiaron camisetas. Luego saludaron al público y algunos de ellos tiraron sus camisetas a la tribuna.

Al final el público lució satisfecho y contento con el espectáculo, aplaudió sin parar a los jugadores y una vez más Medellín demostró que es una ciudad futbolera apta para este tipo de eventos.

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