Por Laura Andrea Salazar Correa

“Yo soy comerciante”. José Vicente Cardona Ossa es otro comerciante más que se ve afectado por las obras de construcción en el Estadio Atanasio Girardot.

Otro clavado más. Niños de la escuela de clavados en la Piscina Olímpica de Medellín que desde temprano comienzan su entrenamiento.

Espumas para nadar. Material de trabajo tanto para los nadadores profesionales como para principiantes.

Un separador muy unido. Uno de los separadores de la piscina para niños también sirve como espacio para las clases del programa Canas al Aire que fue creado para que los alumnos pudieran moverse.
Un beso. Nancy (a la derecha) es una de las alumnas más juiciosas de la clase de Canas al Aire, un programa especializado para la tercera edad que disfruta porque ahí ella siente más confianza.

Canas al Aire. Grupo de participantes de este programa que cada vez se hace más grande porque a él invitan a sus amigos o familiares.
¿Canas al Aire o patos al agua? El grupo haciendo las tareas que el instructor les pone.
Red de trabajo. Una vista desde un juego para niños hacia los adultos que practican artes marciales. Lo hacen en un espacio libre, mientras se terminan las construcciones.
Un peso mientras tanto. Pesas hechas por los mismos usuarios de la zona de barras quienes esperan pacientemente que terminen las construcciones para gozar de un lugar mejor.
Un esfuerzo temporal. Uno de los deportistas que espera ansioso estrenar espacio para hacer barras con sus amigos.
Una barra por el futuro. Zona de barras que fue movida de su lugar original mientras se terminan las obras.
“¿Cuál quiere?” Que no falte el comercio improvisado en contraste con las construcciones.
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