Por Santiago Dávila
A diferencia de muchos jugadores de fútbol, en la mochila de este joven deportista carga cuadernos al lado de guayos y linimento. Mientras muchos de sus compañeros van hablando por celular o pensando en jugadas de ensueño frente a sus rivales, él va pensando en los teoremas de Pitágoras.
Se trata de Daniel Múnera, estudiante de quinto semestre de Ingeniería de Sistemas en la Universidad EAFIT y jugador de la categoría sub 18 del Club Atlético Nacional.
Daniel juega de lateral izquierdo, la misma posición en la que se destacaron jugadores como Luis Fernando “Chontico” Herrera y Wilson Pérez en la selección Colombia. Aunque su ídolo es Camilo Zúñiga, a quien admira por su habilidad futbolística y fortaleza mental.
Daniel se define como una persona muy dedicada. De hecho, él se aleja de esa idea de que no se le puede atender a dos señores: no está pues en fuera de lugar en ninguna posición, pues al tiempo que rinde en sus entrenamientos es un destacado estudiante en la universidad.
Daniel, ¿no es muy complicado combinar deporte y estudio?
“Cuando uno quiere algo en la vida hay que saber ser organizado, manejar el tiempo y saber sacrificar cosas”.
¿Y cómo maneja usted su tiempo?
“Normalmente me levanto a las 5 a.m. entreno hasta el mediodía, voy a la casa, almuerzo y salgo para la “U” hasta las 6 p.m. Luego voy a estudiar inglés hasta las 8:15 p.m. En casa, si toca, trasnocho un poquito y a la mañana siguiente otra vez a entrenar”.
¿Qué ha tenido que sacrificar para poder cumplir con tantos asuntos?
“Cuando empecé a entrenar no podía dedicarles tiempo a los amigos, era difícil poder estar con ellos y al principio tuvimos problemas pero luego me fueron entendiendo, se acostumbraron a que esa es la rutina de uno”.
“En el segundo semestre, cuando estaba jugando un torneo al tiempo, eran los finales: era muy duro porque me tocaba viajar a Rionegro y Guarne y a la vez preparar exámenes de cálculo. En esos viajes se gasta uno todo un día, muchas veces llevaba los cuadernos para ir estudiando pero de todas formas era duro porque uno no se concentraba pensando en el partido. Bueno, de hecho siempre en los viajes llevo cuadernos en el equipaje”.
¿Desde cuándo su afición por el fútbol?
“Desde los ocho años, claro que inicialmente comencé con baloncesto, natación… Mi hermano me llevaba a jugar basquetbol con él y yo veía al lado entrenar a los de fútbol y le pedí a papá que me llevara, pero como ya había empezado con otros deportes él no quería. Hasta que me llevó a la escuelita del colegio y luego llegué al Nacional”.
¿Por qué Nacional y no otro equipo?
(Sonriendo) “Siempre quise ser de Nacional y tuve la suerte que una vez al final de un partido un señor me dijo que si quería probarme en Nacional. Fui siempre hincha del equipo desde que me llevaron por primera vez al estadio. Además, Nacional es una institución muy organizada en la parte administrativa y en sus divisiones inferiores: mi corazón está aquí”.
¿O sea que no estás en fuera de lugar?
“No, todo está aquí, mi corazón y mis sueños”.
Si la vida te pusiera a escoger entre fútbol o estudio, ¿qué harías?
“La vida me puso ese interrogante al inicio de este año, pero hablé con Felipe Marino, uno de mis técnicos, y él me aconsejo que uno en la vida tiene que asumir retos, que esos lo forman, y que para todo hay tiempo y que solo es cuestión de saber manejarlo. De hecho hay gente que estudia tres carreras al tiempo. Así que decidí no dejar ninguna de las dos opciones. Yo quiero ser ingeniero de sistemas, pero también quiero ser futbolista profesional”.
¿Qué opina de los futbolistas colombianos que se “marean” cuando juegan en el exterior?
“No soy nadie para opinar, pero creo que es porque para ellos el fútbol no es lo primero en la vida sino otras cosas y cuando las alcanzan se olvidan del fútbol, esa puede ser una explicación”.
¿Hasta cuándo en el fútbol?
“Hasta que pueda, según mi técnico Peluffo. Todavía no soy viejo, creo que le puedo dedicar dos o tres años, sino puedo me queda la satisfacción de saber que lo intenté”.
¿Cómo ve el fútbol colombiano?
“Hay equipos que lo están haciendo bien, como el Medellín en este momento. Pero en general creo que nos falta mucho”.
Y a Nacional, ¿cómo lo ve?
“Tiene falencias en algunas posiciones, creo que nos falta fortaleza en la parte de los volantes y en la defensa. Hay jugadores con mucha virtud, pero no se han podido consolidar”.
¿Dónde se ve en cinco años?
“Sé a dónde quiero llegar pero los dos caminos son muy inciertos, no se qué va a tocar, quisiera salir del país para aprender más y creo que voy a tener esa posibilidad”.
A diferencia de muchos jugadores de fútbol, en la mochila de este joven deportista carga cuadernos al lado de guayos y linimento. Mientras muchos de sus compañeros van hablando por celular o pensando en jugadas de ensueño frente a sus rivales, él va pensando en los teoremas de Pitágoras.
Se trata de Daniel Múnera, estudiante de quinto semestre de Ingeniería de Sistemas en la Universidad EAFIT y jugador de la categoría sub 18 del Club Atlético Nacional.
Daniel juega de lateral izquierdo, la misma posición en la que se destacaron jugadores como Luis Fernando “Chontico” Herrera y Wilson Pérez en la selección Colombia. Aunque su ídolo es Camilo Zúñiga, a quien admira por su habilidad futbolística y fortaleza mental.
Daniel se define como una persona muy dedicada. De hecho, él se aleja de esa idea de que no se le puede atender a dos señores: no está pues en fuera de lugar en ninguna posición, pues al tiempo que rinde en sus entrenamientos es un destacado estudiante en la universidad.
Daniel, ¿no es muy complicado combinar deporte y estudio?
“Cuando uno quiere algo en la vida hay que saber ser organizado, manejar el tiempo y saber sacrificar cosas”.
¿Y cómo maneja usted su tiempo?
“Normalmente me levanto a las 5 a.m. entreno hasta el mediodía, voy a la casa, almuerzo y salgo para la “U” hasta las 6 p.m. Luego voy a estudiar inglés hasta las 8:15 p.m. En casa, si toca, trasnocho un poquito y a la mañana siguiente otra vez a entrenar”.
¿Qué ha tenido que sacrificar para poder cumplir con tantos asuntos?
“Cuando empecé a entrenar no podía dedicarles tiempo a los amigos, era difícil poder estar con ellos y al principio tuvimos problemas pero luego me fueron entendiendo, se acostumbraron a que esa es la rutina de uno”.
“En el segundo semestre, cuando estaba jugando un torneo al tiempo, eran los finales: era muy duro porque me tocaba viajar a Rionegro y Guarne y a la vez preparar exámenes de cálculo. En esos viajes se gasta uno todo un día, muchas veces llevaba los cuadernos para ir estudiando pero de todas formas era duro porque uno no se concentraba pensando en el partido. Bueno, de hecho siempre en los viajes llevo cuadernos en el equipaje”.
¿Desde cuándo su afición por el fútbol?
“Desde los ocho años, claro que inicialmente comencé con baloncesto, natación… Mi hermano me llevaba a jugar basquetbol con él y yo veía al lado entrenar a los de fútbol y le pedí a papá que me llevara, pero como ya había empezado con otros deportes él no quería. Hasta que me llevó a la escuelita del colegio y luego llegué al Nacional”.
¿Por qué Nacional y no otro equipo?
(Sonriendo) “Siempre quise ser de Nacional y tuve la suerte que una vez al final de un partido un señor me dijo que si quería probarme en Nacional. Fui siempre hincha del equipo desde que me llevaron por primera vez al estadio. Además, Nacional es una institución muy organizada en la parte administrativa y en sus divisiones inferiores: mi corazón está aquí”.
¿O sea que no estás en fuera de lugar?
“No, todo está aquí, mi corazón y mis sueños”.
Si la vida te pusiera a escoger entre fútbol o estudio, ¿qué harías?
“La vida me puso ese interrogante al inicio de este año, pero hablé con Felipe Marino, uno de mis técnicos, y él me aconsejo que uno en la vida tiene que asumir retos, que esos lo forman, y que para todo hay tiempo y que solo es cuestión de saber manejarlo. De hecho hay gente que estudia tres carreras al tiempo. Así que decidí no dejar ninguna de las dos opciones. Yo quiero ser ingeniero de sistemas, pero también quiero ser futbolista profesional”.
¿Qué opina de los futbolistas colombianos que se “marean” cuando juegan en el exterior?
“No soy nadie para opinar, pero creo que es porque para ellos el fútbol no es lo primero en la vida sino otras cosas y cuando las alcanzan se olvidan del fútbol, esa puede ser una explicación”.
¿Hasta cuándo en el fútbol?
“Hasta que pueda, según mi técnico Peluffo. Todavía no soy viejo, creo que le puedo dedicar dos o tres años, sino puedo me queda la satisfacción de saber que lo intenté”.
¿Cómo ve el fútbol colombiano?
“Hay equipos que lo están haciendo bien, como el Medellín en este momento. Pero en general creo que nos falta mucho”.
Y a Nacional, ¿cómo lo ve?
“Tiene falencias en algunas posiciones, creo que nos falta fortaleza en la parte de los volantes y en la defensa. Hay jugadores con mucha virtud, pero no se han podido consolidar”.
¿Dónde se ve en cinco años?
“Sé a dónde quiero llegar pero los dos caminos son muy inciertos, no se qué va a tocar, quisiera salir del país para aprender más y creo que voy a tener esa posibilidad”.
0 comentarios:
Publicar un comentario